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¿Señales de humo climáticas?

Publicado: 2014-11-30

Incendio en los Pantanos de Villa, mineros ilegales en el Parque Nacional Huscarán, cerros de basura en Comas y San Martín de Porres, posible recorte del Parque Nacional Cerros de Amotape (Piura)…Y la fresa política de la torta ambiental: el economista Hernando de Soto saliendo, casco en ristre, a abanderar el reclamo de, dizque, 300 mil mineros informales

No es que nuestra escena mediática –o política- el tema ambiental sea, siempre, un penoso ausente. Pero esta ruma de hechos habla de un cotarro agitado, inquieto, ‘ecologizado’, a escasos días, casi horas, del inicio de la COP 20 en las instalaciones del Pentagonito de Lima. Es como si, de pronto, nos hubiéramos convertido en una Costa Rica sudamericana emergente.

Por supuesto, no a causa de interesantes logros en este ámbito, como ocurre en el más o menos sostenible país centroamericano, sino por la centralidad que este asunto ha cobrado en el debate público. Una mirada con lupa, sin embargo, evidencia que esa ráfaga de problemas siempre estuvo allí, acaso a la espera de que la repentina causa climática los redima.

Ya en septiembre pasado Andrea Jiménez, una vecina de Comas, denunciaba a La República que su querido municipio basureaba el recojo de desechos sólidos, con lo cual se descartaría, al menos parcialmente, la hipótesis de que se trataba de una venganza contaminante del alcalde no reelecto Nicolás Kusunoki. En los otros casos, el origen del drama también remite al pasado.

El SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Protegidas) había alertado sobre la presencia de los mineros chicha en el Parque Nacional Huascarán desde el 2009. Si bajamos hacia los Pantanos de Villa, se puede concluir que si el incendio se produjo es por su clamorosa vulnerabilidad. Las 206 especies de aves permanentes o migratorias que lo habitan no fueron las responsables.

Respecto del recorte del Parque Nacional Cerros de Amotape, la historia remite a 1971 cuando Perú y Ecuador firman un convenio para proteger las cuencas de los ríos Puyango y Tumbes, antes de que se creara esta área protegida, en 1975. Tal vez la única impronta novedosa es la aparición de De Soto en la escena climática, con un oportunismo aparentemente goleador.

El notable economista de ‘El Otro Sendero’ saca de su alforja, por enésima vez, el tema de la formalización como llave maestra para solucionar los males del país (y del mundo, pues hasta la ha esgrimido para enfrentar el terrorismo internacional). En esta ocasión el de los mineros informales que pueblan la Amazonía, como una horda sin aspiraciones ambientalistas.

Todas estas señales mecen la cuna de un asunto que siempre debió estar sobre la mesa y en cierto modo nos desnudan, ante la naturaleza, la cultura y la política. Gritan de manera descarnada que esa es nuestra ‘normalidad’ ambiental, que al borde la COP 20, vivimos en un ecosistema humano propenso a las invasiones, recortes, basureos y hasta incendios del entorno.

El Ministerio del Ambiente (MINAM), con todos los sapos que ha tenido que tragarse, hace su trabajo, incluso –lo sabemos- a contracorriente de otros ministerios. Pero no tendrá mucho éxito si los propios ciudadanos no lo ayudamos. Si otras autoridades no se compran el pleito sustentable, o si los vecinos dejan que se queme un pantano, nuestro papelón crecerá.

También si se hacen propuestas apuradas, como aquella de creer que la formalización, masiva y acelerada, de los mineros informales es la panacea. Lo único que, en clave ambiental, se lee en el comunicado de De Soto y sus actuales huestes (‘Conga va…pero vamos todos’) es que los firmantes ‘aman a la naturaleza’, una declaración melodramática sin base real, no creíble.

Más allá de que por unos días nos convirtamos en el epicentro mundial del debate climático, que está haciendo mutar las relaciones internacionales, nos toca ser responsables. No para que nos miren, o para no dar vergüenza. Simplemente porque somos una esquina crucial de ese mundo ajochado por una crisis que tendrá una escena crujiente más en los pasadizos de la COP 20.


Todo sobre la COP20 en Lima y el cambio climático, está en LaMulaVerde.

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Escrito por

Ramiro Escobar

Periodista. Especializado en temas internacionales y ambientales.


Publicado en

MeditaCOP

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